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viernes, 6 de marzo de 2009

nada, Steve, que la palmas

En Faq-mac publican hoy un extenso artículo haciendo hipótesis sobre la enfermedad de Steve Jobs, basándose en la poca información que se dio en un primer momento y en la casi ninguna divulgada desde entonces.
Contrastando esta poca información, parece que sólo puede encajar en un tipo de enfermedad para la que existen muy muy pocas posibilidades de sobrevivir. Así pues, o los de Apple mintieron en algún momento sobre las pruebas u operaciones a que fue sometido, o a Steve Jobs le queda muy poco tiempo de vida. En Faq-mac parecen tenerlo claro desde que el Gran Timonel de Apple decidió retirarse "a descansar", porque desde entonces, en la portada aparece un dibujo (que me he tomado la libertad de pegar) despidiéndose de él con un namasté.
Llama la atención a los que no utilizan aparatos de Apple y/o que no están interesados en el mercado tecnológico que la salud de una persona concreta en una compañía en la que trabajan cientos sea tan importante. Recuerda un poco a las gripes de los secretarios generales del PCUS, cuando Chernienko o Breznev estaban a punto de palmarla y la información que daban era que estaban ligeramente acatarrados y por eso no podían asistir al desfile. Y es que el caso es preocupante para Wall Street, porque cada vez que el rumor de que Jobs está enfermo vuelve a surgir las acciones de Apple se desploman aparatosamente, y hay artículos a montones haciendo cábalas sobre lo que le ocurrirá a la compañía si desaparece su Stalin (parece que Jobs no es una persona especialmente tratable, ni que su liderazgo sea democrático).
Sea o no cierto lo del cáncer de páncreas con metástasis, el caso es que a la larga todos los que en algún momento lanzamos la predicción de que Steve Jobs se muere terminaremos teniendo razón.

domingo, 25 de enero de 2009

mi biblioteca de iTunes se ha necrosado


Para el que no tenga una biblioteca de iTunes en su ordenador no sabrá hasta qué punto lo que me está ocurriendo es una catástrofe. Sólo los que tengáis miles de canciones transformadas a mp3 o aac, ordenadas y etiquetadas, con su evaluación, su fecha de incorporación y su número de reproducciones, sabréis hasta qué punto es horrible esto que me pasa.
¿Qué me pasa? Pues que hace unos días cambié toda la biblioteca de iTunes desde un disco externo al nuevo interno que le instalé a mi ordenador, y en este proceso debió ocurrir algo malo, porque pronto me encontré con que algunas pelis no se podían reproducir en el ordenador.
Como no suelo poner música en el ordenador no me di cuenta de que lo mismo que con las películas también ocurría con muchísimas (no probé con todas, por supuesto, pero en la muestra que probé creo que son más de la mitad) canciones de la biblioteca; creo que en todas las ocasiones las canciones que no funcionan son de álbumes enteros, aunque no estoy seguro de si hay alguna suelta por ahí. No ocurre como otra vez, que iTunes no encontraba las canciones de la biblioteca porque la cambié de sitio arrastrándola y el programa es idiota; en esa ocasión aparecía un signo de exclamación al lado de cada canción perdida. No. Ahora lo que ocurre es que pincho una canción cualquiera y suena, y pincho en otra y no se abre nada, pero no hay nada externo que indique que una canción está "muerta". Así es muy difícil arreglarlo, claro. Me fui a los ficheros originales e intenté abrirlos con otras aplicaciones (todas las que tengo que reproducen música o películas), y no hubo manera. Intenté arreglarlas con un programa de reparación de emepetreses, y nada. Les pasé un antivirus (hay que probarlo todo), y nada. Intenté reproducir un fichero de estos muerto en un pc y en otro mac, y nada.
Tengo más de 12.000 canciones en iTunes. La reconstrucción, metiendo cedé a cedé, puede llevarme meses de trabajo intenso, por no hablar de todos los títulos de canciones que tendría que teclear porque no están en gracenote cddb o porque son de discos pasados desde disco de plástico (con las canciones sin cortar, todo el sonido continuo). No lo quiero ni pensar. Y también está toda la música que me he ido bajando de por ahí, que tendría que recuperar…
Pero no os he contado lo más raro. El ordenador no me reproduce gran parte de las canciones de iTunes, pero mi iPod de 74,35 Gb sí. Supongo que es porque la base de datos de la biblioteca detecta todas las canciones sincronizadas entre el ipod y el ordenador, así que no ha reescrito los archivos en el iPod. Quiero decir que las canciones que se escuchan en el iPod fueron trasladadas allí antes del cambio de disco duro, y no están estropeadas, como las del ordenador. Mi iPod es una joya que no debo perder; en él está mi biblioteca de iTunes en buen estado.
Después de intentar todo, me he decidido a lanzar una aplicación llamada iPodRip que permite -en teoría, que estas cosas siempre fallan por algún sitio- reconstruir la biblioteca de iTunes en el ordenador a partir del iPod. Lo primero que hice fue borrar toda la música de la carpeta iTunes music (¡!); no tenía otro remedio porque no me cabe duplicada (de todos modos la tengo copiada en un disco externo). Luego, puse a funcionar el iPodRip en una versión actual, que se paró a las 200 canciones: versión de evaluación/si quiero continuar debo pagar; en la página pone que la versión de evaluación funciona perfectamente varias sesiones, así que son unos hijos de puta. Me resigno entonces a usar una versión antigua. Está funcionando ahora, aunque creo que me ha pasado algo extraño, porque se ha puesto a hacer algo llamado hard recover que no me ha gustado nada. Lleva funcionando casi dos horas, y va por la mitad. Estoy seriamente preocupado.

viernes, 9 de enero de 2009

cambio del disco duro de mi macbook

Tengo un macbook del 2006, que venía con un disco duro de 60 gb que no me llegaba a nada. Para sincronizar los iPod tenía que enchufar el ordenador a un disco duro externo (sólo la biblioteca de iTunes ocupa más de 60 gb), y al final el portátil no era portátil en absoluto, porque estaba siempre sujeto a ese disco externo.
Finalmente, los reyes magos me han traído un disco duro de 320 gb para que mi portátil se libere de la bola y cadena del disco externo. Hoy he dedicado la mañana a instalarlo, y he encontrado una guía bastante útil para hacerlo. Sin embargo, observo que -como me suele suceder- de lo que dicen las guías y tutoriales a la realidad que yo vivo hay una considerable diferencia en tiempo y esfuerzo. Me recuerda a eso de "hasta un mono podría hacerlo", que me hace sentir como un ente unicelular (que no destaca por su inteligencia especulativa, vaya).
Son las 9'00 y tengo en mis manos un disco Toshiba de 320GB cuyas características no están del todo claras, porque la etiqueta no especifica nada excepto números de serie, marca y modelo. Comienzo pues por buscar tutoriales y datos acerca del disco. Debo aclarar que el tiempo apremia, porque la tienda donde se compró da 7 días para cambiar el producto, y caducan hoy. Consulto el ticket y veo que a mi regalador (un santo, dicho sea de paso) le han cobrado por el aparatillo más de 80 yuros. Esto me sugiere que quizá sea más barato devolver el Toshiba y comprar un disco duro externo válido, abrir la carcasa y cambiarlo. Eso me permitiría meter todo el contenido de mi disco actual en el nuevo antes de hacer el cambio. La mala noticia es que al abrir la carcasa del disco externo eliminaría toda garantía. Las comprobaciones, consulta de precios, tipos de discos que van dentro de los duros externos en el mercado y diversas distracciones más me llevan hasta las diez y media. Salgo hacia una tienda de la franquicia donde se compró el disco, con el ordenador en una mochila, el disco nuevo y una escoliosis en ciernes (yo defiendo que los ordenadores portátiles serán motivo de risa en un futuro próximo, como lo son los teléfonos móviles dynatac hoy en día). En la tienda me dicen que al haberse hecho la compra con tarjeta no pueden devolverme el dinero, así que he de ir al establecimiento concreto en el que se vendió el disco. Vuelvo a casa para llamar el sitio desde allí, a ver si me dicen directamente que pasan de mí si no tengo la tarjeta y me ahorro el viaje. En casa vuelvo a comprobar precios de discos externos, tipos de disco que incluyen y precio de todo ello. Luego llamo a la tienda y me dicen que pasan de mí, que lo máximo que me hacen es un vale para cambiar por algo de su tienda, pero que la pasta no la voy a ver ni fotocopiada. En todas las búsquedas de internet que he hecho no me queda nada claro qué disco lleva dentro cada disco externo del mercado; es un secreto, igual que quién mató a Alexander Litvinenko y al General Prim (que probablemente no fuera la misma persona). En definitiva, que se me ocurre llamar a la tienda de aquí al lado y preguntar cuánto me costaría una caja para albergar el disco viejo de mi ordenador y convertirlo en un disco duro externo. Me satisface el precio y decido volver allí, con el ordenador y el disco nuevo, y hacer la instalación en la propia tienda, que tiene unos cubículos en los que la gente hace este tipo de cosas.
Son las 11,15 cuando entro en la tienda por segunda vez. Hay cola, como siempre, y tengo que esperar a que varios frikis gordos y granudos le cuenten al dependiente sus vidas codificadas antes de conseguir un destornillador y un cubículo para desmontar mi máquina. Al sacar el disco viejo de mi ordenador descubro que necesito una llave de estrella de seis puntas pequeñísima que creo que tengo en casa, pero que obviamente no me traje, dado que venía a un taller especializado en montar ordenadores. Espero a que dos gordos granudos cuenten su vida al dependiente para que éste termine diciéndome que no, que no tiene la llave de estrella, que lo único que tienen allí es el destornillador que ya me ha prestado (y que de todos modos venía con la caja para disco externo que acababa de comprar) y otro plano. ¡Vaya puta mierda de taller de ordenadores! Total, que vuelvo a montar mi ordenador y me largo de allí.
Ya en casa, descubro que la llave de estrella que tengo es demasiado pequeña para desmontar el disco, así que vuelvo a salir a la calle para ir a una ferretería. Son ya las 11,50.
En la ferretería, después de que un pseudohippie de mi edad (que no es edad para ser jipi) desgranase con la señora un análisis histórico del frío invierno gallego, conseguí que la señora negase tener la llave, pese a que acababa de verla yo en un juego completo por valor de 13€. Dejé que se saliese con la suya porque no tenía ganas de dejarme una pasta en una cosa que iba a usar una vez en la vida. Y salí de allí hacia una tienda especializada en productos electrónicos, a cinco minutos andando. En esta tienda, legendaria por sus colas como toda ferretería y/o lugar especializado en herramientas (es curioso, pero el despacho en estos sitios es especialmente lento), me vendieron una pequeña llavecita que encajaba milagrosamente bien en los tornillitos de la carcasa del disco. Volví a casa a las 12,30. Y entonces comencé a cambiar el disco.
En los preparativos perdí tres horas y media. Es lo odioso de leer cómo alguien hizo algo con un aparato (me pasaba igual con la moto, cuyos tornillos tenían cabezas extrañas y todas distintas, como el MIT), que lo que para él fue un paseíllo de diez minutos para mí es siempre una carrera de obstáculos, agotadora y frustrante, de varias horas.
En casa ya, abrí el ordenador otra vez, saqué los tornillitos de la carcasa en la que va montado el disco duro (que es una operación que en la guía que enlazo arriba se pasa por encima, pero que a mí me llevó más de una hora para conseguir la herramienta) e hice todo lo que dice la guía de montaje, metí el disco nuevo en la carcasa, lo encajé en su sitio, cerré todo y monté el disco nuevo en la caja recién comprada. Abrí el macbook, enchufé el disco externo donde tengo un backup lanzable del contenido del disco viejo, enchufé la caja recién montada con el disco viejo, metí el dvd con el sistema operativo que venía con el ordenador, y apreté el botón de arranque (con la tecla alt pulsada, que permite elegir desde qué disco quieres lanzar el sistema operativo).
Sonó el ¡chuannnn! típico del mac al arrancar, y me aparecieron tres discos para optar: macintosh HD (el viejo, montado en la carcasa nueva, ¡funciona! ¡milagro!), Securitate (la partición lanzable del externo) y el dvd del sistema. Todos funcionaban y valían para cargar el sistema. No me lo podía creer. Escogí el disco viejo, ahora externo, porque tenía la garantía de que funcionaba bien (el backup lanzable no lo había probado aún). Abrí utilidad de disco, formateé el disco nuevo como macOs plus con registro y restauré desde macintosh hd hacia el nuevo.
Y desde que hice esto, llevo escribiendo esta anotación. Sé que es un coñazo, pero es que tantísimo trabajo -toda la mañana- tenía que ser relatado. No es posible decir, como hacen algunos por ahí, que es tirado cambiar el disco duro de un macbook. Es difícil, hacen falta herramientas raras y con la cabeza más pequeña que mis ladillas, y al final no es seguro que funcione. Como en todo esto de la informática, abundan los fantasmones que aseguran haber hecho en diez minutos y mirando para otro lado lo que a mí me llevó un día.
Son los mismos que, a la inversa, dicen que para follar necesitan varias horas seguidas. Y ahí sí que les gano; a mí me llega con diez minutos.

domingo, 21 de diciembre de 2008

papanatapple

Soy un usuario impenitente de productos Apple. Lo soy desde hace años, desde que conocí a mi mujer, que ya era usuaria, y me convenció. Odié Windows cuando salió porque era una mala copia del sistema de Apple, y fui cambiando de ordenador con los tiempos, siempre encantado con la manzanita.
Sin embargo hay muchas cosas que no me gustan de la marca. Muchas. Una de ellas, poco importante, es que le hayan quitado los colores a la manzana. Otras son más importantes, como que abandonasen el conector SCSI para pasarse al USB, que ahora estén dejando el Firewire (aunque esto ya no me cogió tan de sorpresa, precisamente por lo anterior), que sean tan idiotas con las aplicaciones para el iPhone/iPod Touch (no permiten que se instalen casi ninguna de las que verdaderamente serían interesantes para los usuarios porque les podrían -remotamente en muchos casos- hacer competencia a ellos o a los operadores de telefonía que distribuyen el producto). También recuerdo lo difícil que se me hizo (y se me hace aún, porque hay muchas cosas que no entiendo) el cambio del sistema 9 al MacOsX tan cacareado; yo sigo viendo el sistema 7 (el que más tiempo utilicé) como un sistema bonito y amigable, que jamás fallaba y que no se degradaba con el tiempo, y el X como una adaptación a los tiempos que me recuerda al peor Windows de Bill Gates.
Pero de todo lo que odio de Apple, lo que más nervioso me pone es la imagen de Steve Jobs, el cofundador de Apple que volvió para sacar a la marca del lodo y que la ha elevado a los más altos niveles de excelencia y admirabilidad. Es como el Big Brother, que aparece con su jersey negro, impecable pero informal, para desvelarnos el nuevo sueño que la gran manzana tiene para hacernos felices. Y el borregamen mundial flipa al unísono, con keynotes retransmitidas gratuitamente a través de millones de webs para que idiotas -como yo, que las sigo religiosamente- estemos informados al instante de que el nuevo iPod tiene una pantalla ligeramente redondeada o que la parte de atrás ya no es brillante sino mate.
En resumen, mi relación con Apple es de amor/odio, y queda bastante bien resumida, y contada con mucha gracia, en este vídeo hiperconocido de los Simpson, que tiene subtítulos en castellano

sábado, 20 de diciembre de 2008

novedades catastróficas y de las otras

El motivo de escribir esta anotación es porque me ha dejado de funcionar el feed del blog. Ahora publico cosas y no me aparecen en mi google reader (estoy suscrito por comprobar si funciona y cómo se ve, no porque me apetezca leerme a mí mismo; no soy tan ególatra). Para mí, feedburner es un mundo extraño; creo que me movería con más soltura por Klingon. Suponiendo que al cambiar de dominio me había cargado también el feed, fui a feedburner y me hice otro nuevo, y lo sustituí en la página principal del blog (con lo cual mandé a tomar viento a todos los suscriptores existentes). Pero lo asombroso es que ahora tampoco me funciona el nuevo. Así pues, estoy suscrito con google reader a dos feeds distintos de mi blog y ninguno me funciona. Fastuoso.
Otras novedades, no tan catastróficas, son el montón de anotaciones que me he traído de un blog antiguo, con el que empecé en el año 2007 (qué tiempos aquellos). Algunas cosas no estaban mal del todo, así que las voy a ir colocando a partir de ahora. Así puedo pasar de todo. Las anotaciones más coyunturales y/o anticuadas las he dejado con la fecha que tenían, y así nadie las lee pero quedan ahí. La cosa es hacer bulto.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

banners de mierda

No sé si os gustan los banners que aparecen en las páginas comerciales. Yo los odio. De hecho creo que la mayoría de la gente los odia, y he descubierto un blog hecho por gente que los odia especialmente. Se llama Charlie y la fábrica de banners de mierda, ...una modesta coleccion de lo fabricado por los oompa loompas del diseño web...

martes, 4 de noviembre de 2008

OpenStreetMap, base cartográfica libre y actualizada por usuarios


En el blog de Informática Práctica leo que existe una base de datos cartográfica libre y actualizada por los usuarios -un poco como la wikipedia-. Se llama OpenStreetMap y su intención es crear una base cartográfica que cualquiera pueda implementar en aplicaciones sin necesidad de pagar. Las bases más conocidas que dan soporte a los dispositivos gps, o el mismo google maps, son bases sujetas a derechos de propiedad, y aunque a veces admiten acutalizaciones por parte de los usuarios, estos datos se entregan para beneficio de los propietarios de la base (que si colaboramos con ellos en el fondo les estamos regalando nuestro trabajo para que luego puedan acabar cobrándonos por el).
Lo malo de esto es que leyendo la información de la wikipedia sobre esta fundación me encuentro con la dificultad de que no tengo conocimientos suficientes para comprender cómo se elaboran los datos, y si sumamos a esto mi dificultad con el inglés resulta que no podría colaborar con este proyecto ni queriendo. Teniendo en cuenta que trabajo conduciendo por carreteras, recogiendo datos y midiéndolas, supongo que yo (y mis compañeros) seríamos unos miembros valiosísimos para este proyecto. Si además tenemos (como yo en la Blackberry y algún compañero en dispositivos específicos) un gps pues podríamos aportar muchísimos datos recogidos en el terreno, de carreteras y pistas. Sin embargo, le falta una aplicación de interfaz fácil para burras pardas como yo.
Por otro lado, sería muy interesante que se promoviese un convenio con el Estado o la Comunidad Autónoma para aportar datos los funcionarios que trabajan en carreteras, como yo. Sería una gran manera de hacer públicos los datos que vamos aportando (cosa que coincide plenamente con la esencia del trabajo funcionarial). En este sentido, existen un par de inciativas. Una de ellas es el goolzoom, que es un compendio entre google maps y el catastro, y la Diputación para la que trabajo tiene una cosa llamada webEIEL, de la que no se nos ha informado y que se lleva de espaldas a nosotros, como debe ser (creo que se basa en google maps, pero no sé para qué sirve ni de qué manera podemos colaborar con ella, aunque se nos ha facilitado un número secreto de utilidad también secreta).

viernes, 24 de octubre de 2008

nuevo Perian disponible

Para los que uséis Mac, hay nueva versión de Perian (la 1.1.2), esa preferencia que está ahí, funciona y hace que QuickTime no sea una porquería -aunque no llega a la categoría de casi virus de windows media player.
Hace falta un mínimo de Tiger 10.4.7 para que funcione.
Yo lo tengo instalado, aunque casi no uso QT. Lo que uso -y recomiendo siempre que puedo- en windows y mac para reproducir vídeo, es el vlc.

sábado, 4 de octubre de 2008

premios ignobel en amasijo


Hoy por la mañana me encuentro entre mis feeds, en el de Microsiervos, la anotación sobre los premios Ig Nobel,entregados anteayer por la revista Improbable Research (investigación inverosímil). La lista en inglés está en la propia revista, y hay un resumen en español en el blog El Bidorto.
Estos premios tienen por objeto hacer reir y, después, hacer pensar. En realidad, pretenden hacer más accesible la investigación científica, poniéndola en un nivel en el que la gente más bien burra, como yo, pueda verla cercana. Son investigaciones reales, con sus enlaces a las publicaciones (o la referencia bibliográfica) en las que se desarrollan. En algunos casos, la descripción en una sola frase hace ridículas y risibles investigaciones que en realidad no lo son tanto. Por ejemplo, me llama la atención poderosamente la investigación sobre la influencia del ciclo ovulatorio de las bailarinas de streap-tease en la obtención de propinas. No entiendo por qué recibe el premio de economía en lugar del de biología, pero me gustaría saber por qué ocurre -y no me vale que "estamos hechos para procrear", porque nada está hecho para nada, en la naturaleza; simplemente lo que mejor funciona es lo que perdura. Me gustaría saber, en definitiva, por qué vía los hombres perciben que una mujer está más dispuesta para el coito en un momento de su ciclo que en otro. 
Lo malo que tiene acceder a este tipo de enlaces es que uno acaba siguiendo hilos, y he aquí que me encuentro con una reseña de Improbable Research acerca de un artículo publicado por la revista Mortality (no siempre morbosa, dice Marc Abrahams, que firma la reseña y es uno de los organizadores de los premios Ig Nobel). Esta reseña, publicada en una versión extendida por The Guardian en su apartado de Artículos y Noticias sobre Educación (lo cual no deja de tener su miga) se refiere a una investigación sobre legislación comparada entre estados de la Unión Americana acerca del delito de necrofilia. La investigación original la firma un joven investigador llamado John Troyer, y se llama "Abuse of a corpse: A brief history and re-theorization of necrophilia laws in the USA" (Profanación de un cadáver: una breve historia y re-teorización sobre las leyes acerca de la necrofilia en los EUA). Narra la historia de tres burras pardas que fueron sorprendidas intentando desenterrar el cadáver de una mujer recién muerta, con la intención de violarla (¿es esto violación?, no lo sabría decir). Sorprende al joven y voluntarioso investigador que estos delincuentes no hayan sido procesados por necrofilia, sino por intento de violación y robo (¿robo de qué, de virtud in articulo mortis?, habría que leerse la sentencia), y a partir de esto desarrolla una comparativa de la legislación sobre crímenes sexuales entre estados. Parece un buenísimo acreedor a los Ig Nobel del año que viene. 
Sin embargo, a mí lo que me llama la atención de este caso concreto (el de los tres profanadores) es que, sin haber llegado a realizar el coito con el cadáver, se les haya conseguido imputar el delito de intento. Eso quiere decir que -pillados con la pala en la mano- confesaron sus verdaderas intenciones. Podían haber dicho cualquier otra cosa: que estaban plantando un árbol para regenerar la biosfera, que buscaban el puchero con monedas al final del arco iris, yo qué sé, cualquier cosa. Y sin embargo, confiesan que estaban allí porque querían follarse a un fiambre. Yo investigaría una de dos posibilidades: o son menos inteligentes todavía de lo que cabía esperarse o la policía utiliza medios extraordinariamente persuasivos para obtener confesiones.
En este caso no se puede utilizar la propuesta para nuevos refranes que nos hace Mauro Entrialgo. Respecto al intento de violación de cadáveres, no creo que muchos de vosotros podáis decir "todos hemos vomitado alguna vez en la Plaza Mayor" (yo, al menos, no).
No se va a notar nada, pero me he leído la anotación "100 tips, trucos, hacks, formas de… como les quieras llamar, para Blogger y Wordpress", de Blog en Serio, de Víctor Esparza (en realidad, lo de saber enlazar lo he visto en otro sitio, pero esta es la lista más completa y currada de cosas que puedes hacer en tu blog que he visto en español). Por eso me he hecho esta entrada cortando y pegando cuatro cosas relacionadas tangencialmente, con muchos enlaces y referencias a otros. La cuestión es utilizar lo que otros hacen para rellenar lo tuyo. Sin embargo, la mayor parte de los consejos de Víctor Esparza sobrecargan la página, y a mí me gustan las cosas sencillitas; por eso no creo que utilice casi nada de lo que se propone. 
Pero que no digan que hacer copypaste es fácil. A mí me ha costado lo suyo.

sábado, 21 de junio de 2008

ad block plus


Tuve un problema con Google Reader, que cuando pinchaba el enlace en iGoogle no me entraba la página del lector de noticias. Ya lo he arreglado; es un bug de Firefox 3 que se soluciona en menú/herramientas/opciones/privacidad y desmarcando las cookies de terceros. Supongo que ahora tendré otros mil problemas nuevos por haberme quedado sin cookies de terceros, pero mientras os diré algo que leí en los comentarios de una de las páginas en las que entré buscando la solución a esto:
Goodbye dancing leperchauns and crawling insects and all that crap that advertisers think of, and could put their brains to better use.
Adiós, leprechauns bailarines e insectos reptantes y toda esa mierda que inventan los anunciantes, que ya podían dedicar su cerebro a algo mejor.
Se refiere a un plugin de Firefox que se llama Ad Block Plus, que detiene todas las animaciones asquerosas que te distraen cuando entras en una página, y que en ningún caso en toda mi vida recuerdo que necesitase. Lo voy a instalar YA. Si tú también lo quieres, está aquí
Otro invento cojonudo que he visto en este sitio es una frasecita en chino que si la añades a la url de una búsqueda hecha en google te da los resultados limitados al periodo de tiempo que va desde lo que tú digas hasta la actualidad. La frase es &as_qdr=d1 si quieres resultados de un día hacia atrás (d1=1 día). Para variar los períodos de tiempo, tienes que cambiar la d por w (semanas), m (meses) o y (años), y el número de después indica cuántas unidades. Mola porque muchas veces miro algo actual pero me aparece una burrada de información de otros años que tengo que examinar y descartar. En estos casos, suelo desistir. Ahora, si mi memoria no me falla =-( , no tendré que desistir más.

viernes, 23 de noviembre de 2007

desde mi blackberry


Estoy intentando poner en marcha mi nueva (?) Blackberry, y estoy descubriendo que no hace nada que no hiciese ya mi añorado sony ericsson, y de manera más fácil.
Por lo de pronto, esta anotación la estoy tecleando con dificultad en el demoníaco teclado qwerty que, con lo minúsculo que es, tengo que escribir con los pulgares y con cuidado de no pulsar diez teclas a la vez.
Otra cosa sorprendente es que como es para gringos conseguir una tilde o una ñ es un milagro de destreza y obstinación por mi parte, y de ocultación topológica por la del fabricante.
Resulta también arduo, y aún no sé si imposible, configurar el correo electrónico. Por lo de pronto, en ningún lado que haya yo visto se explica el procedimiento para que se entienda (el único sitio que dice algo acerca de en qué consiste es el contrato de software, que hasta la fecha no había leído completo en ningún producto).
El navegador web es desesperante de lento, a pesar del 3g. En eso es incluso un pelín más lento que el gprs de yoigo en mi sony ericsson.
La forma del cacharro, enorme para que quepa el inútil teclado, es incomodísimo de coger para manejar la rueda lateral en el navegador.
Y hasta aquí lo que ya podía hacer con el SE de yoigo. Pero es que además hay una serie de cosas que creí posible hacer con esto y que se han revelado imposibles o al menos muy difíciles. La principal expectativa incumplida es la capacidad de trabajar con google docs. Se puede leer, pero no escribir. Y digo que puedes leer pero sólo si tienes una paciencia megalítica, porque si gdocs tarda en un ordenador imagínate en este zapatófono.
Ya me imagino que con el tiempo me iré acostumbrando al teclado (dios mío; estoy completando la anotación en casa con un teclado de verdad y voy como una bala), y que lo del navegador será cuestión de fastidiarse durante un año y medio y luego abandonar la marca y la compañía (Vodafone= Luís Candelas), y regresar a los cálidos brazos de Yoigo.
Quizá añada a esta anotación otra con nuevas sensaciones cuando me haya hecho con el terminal (sobre todo ese teclado… dios mío, qué truño!). Por lo de pronto, desde que comencé la anotación, hoy a las diez, he conseguido configurar el correo con la ayuda de una chica de Vodafone que sabía de lo que hablaba (primero pasas por una máquina, un teleoperador que no sabe absolutamente nada, una teleoperadora ligeramente enterada de algo, otra igual pero que inventa con mucha autoridad y al final te pasan con la persona que de verdad te va a solucionar el problema… si no se corta antes). Pero ya mi sony ericsson traía y llevaba los correos que era gloria bendita (eso sí, no inmediatos, y además gmail iba con una aplicación diferente; bueno, que está mejor en esto la Blackberry, cosa por otro lado que era de esperar).
Lo siento por Enrique Dans, que es un enamorado de BB (y ellos de él; la cosa es mutua), pero no comparto por ahora su dilección.
Como digo yo. Con el mimbre que tenemos tendremos que hacer el cesto.

jueves, 22 de noviembre de 2007

varsavsky y fon

El País de hoy da una noticia sobre Jazztel cuando estaba todavía Varsavsky, su fundador. No entro en el centro de la noticia, sino sobre el final, en el que se dice que "ahora desarrolla Fon, un aparato de comunicación Wi-Fi". ¡Hala, a mamarla por ahí! Un aparato de comunicación, otro fabricante de routers del folleto de pececiti. Nada más.
La ignorancia de quien escribe esto es supina, y mucho más en alguien supuestamente experto en temas tecnológicos.
Infórmense, porque lo de menos en Fon es el aparato que suministran para poder dar el servicio.

sábado, 17 de noviembre de 2007

internet móvil

Soy un auténtico vicioso de internet. El móvil es la Guía del Autoestopista Galáctico que llevo guardada en la mochila (junto a mi toalla, claro) hecha por fin realidad. Ahora sólo falta que sea un poco más barato.
Por mi trabajo estoy siempre por ahí, desplazándome en un coche por el campo. A los que trabajáis en una oficina o en casa no os compensará, pero a mí se me está haciendo ya imprescindible tener conexión móvil. Tengo un móvil Yoigo para esto, que me cobra 1'20€/día sólo cuando me conecto. Es lento, especialmente en lugares poco habitados, pero funciona.
Sin embargo, no es cómodo para escribir, así que con intención de mantener este blog, trabajar con ficheros de google docs y gestionar correos electrónicos me he agenciado una Blackberry 8707 para Vodafone. La he comprado en Ebay por 76€ (gastos de envío incluidos). Sin embargo, no estoy muy seguro de que haya hecho bien.
La tarifa especial para Blackberry de Vodafone es de 18€ sin límite de datos, además del mínimo de consumo por contrato, que creo que anda por los 9€. Es mejor que los 36€ de Yoigo, y tengo además 9€ para gastar en llamadas y sms. No obstante, yo no me gastaba ni de broma 27€ en un mes en móvil, y ahora va a ser el punto de partida.
Como soy tan aficionado a los pequeños aparatos electrónicos, estoy deseando recibir mi nuevo terminal, pero tengo un cierto remordimiento de conciencia por al menos dos motivos.
En primer lugar, esto del internet por móvil es una necesidad ficticia. Si nos atenemos a la "utilidad Guía del Autoestopista", con una o dos consultas por día voy que me mato (lo típico de cómo se escribe una palabra o en qué año se estrenó tal película), y hasta estas son prescindibles. Así pues, no sé si no estaré dejándome caer en la tentación, en el vicio y en la perdición. Por otra parte está lo del coltán...
¿Cómo que qué es el coltan? El coltán es un elemento mineral utilizado en la fabricación de teléfonos móviles y que es un factor importante en los genocidios y guerras crudelísimas ocurridas en los últimos años en Congo y Ruanda. Como dice la Wikipedia:

La explotación del coltan, especialmente en Congo, ha ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros como el de Uganda. Esto plantea un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los principales yacimientos coinciden con los hábitat de gorilas en peligro de extinción.

La ocupación ruandesa del este del Congo ha significado que la República Democrática del Congo haya sido incapaz de explotar este recurso en beneficio propio. Un informe reciente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha reportado que una gran cantidad de este mineral está siendo explotado de forma ilegal y trasladado de contrabando a través de las fronteras por milicias de las vecinas Uganda, Burundi y Ruanda. Se estima que el ejército ruandés ha tenido un beneficio de como poco 250 millones de dólares en unos 18 meses de venta de coltan. Sin embargo, estas estimaciones son difíciles, puesto que Ruanda tiene sus propios depóstios de coltan, haciendo que el mineral adquirido mediante el contrabando sea difícil de identificar.

–Wikipedia; entrada sobre el coltán


Estoy seguro de que todos tenéis en el bolsillo un poquito de culpa.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

puto windows



En el trabajo me han puesto (no dado ni prestado, así, más aséptico: me han puesto) un pecé con windows XP para hacer el trabajo en el campo.
En principio me parece una gran idea, pero ahora estoy por devolverlo.
El pecé, que yo he bautizado putopecé, se cuelga continuamente. Los programas funcionan mal, y con frecuencia se detienen. Luego los obligas a cerrarse y aparece un mensaje que dice si quieres mandar un mensaje a windows. Se supone que sería para arreglar el problema, pero como ya ves cómo funciona todo lo normal es no enviarlo.
El ordenador nunca se conectó a mi red wifi, ni a la del trabajo. Es un pecé con incapacidad para conectarse, excepto a través de modem telefónico o por bluetooth a través del móvil. De hecho, siempre que intentas conectarte con cualquier medio te lanza cada dos o tres minutos la pantalla de conéctate por bluetooth, cosa que sumada a las dificultades que ya estás sufriendo para conseguir conexión suele derivar en unas ganas irrefrenables de lanzar el cacharro por la ventana.
Varias veces he conseguido entrar en google con la wifi de casa, pero en seguida se ralentiza hasta que se cuelga totalmente.
El viernes pasado dediqué toda la mañana a solucionar esto. Media mañana estuve hablando con el Centro de Atención al Usuario de mi trabajo, y la otra media con la asistencia técnica de Dell. Ambos me reconocieron que si estaba acostumbrado a Mac me sería muy difícil acostumbrarme a la vida del usuario de windows. Y es verdad, me resulta difícil; especialmente ese día, cuando me fui a casa al mediodía sin haber sido capaz de configurar una red que funcionase. ¡Ah!, y además el de Dell me hizo arrancar en un modo extraño que consiguió que luego no me funcionase el lápiz de memoria (aka chipín).
Considero el portátil Dell un instrumento inadecuado para el trabajo, que disminuye considerablemente la productividad con respecto al uso de libreta y boli. Por otro lado, aquella frase que decía que windows es el virus informático más extendido ya no es para mí un chiste; es una terrible realidad.