sábado, 17 de noviembre de 2007

internet móvil

Soy un auténtico vicioso de internet. El móvil es la Guía del Autoestopista Galáctico que llevo guardada en la mochila (junto a mi toalla, claro) hecha por fin realidad. Ahora sólo falta que sea un poco más barato.
Por mi trabajo estoy siempre por ahí, desplazándome en un coche por el campo. A los que trabajáis en una oficina o en casa no os compensará, pero a mí se me está haciendo ya imprescindible tener conexión móvil. Tengo un móvil Yoigo para esto, que me cobra 1'20€/día sólo cuando me conecto. Es lento, especialmente en lugares poco habitados, pero funciona.
Sin embargo, no es cómodo para escribir, así que con intención de mantener este blog, trabajar con ficheros de google docs y gestionar correos electrónicos me he agenciado una Blackberry 8707 para Vodafone. La he comprado en Ebay por 76€ (gastos de envío incluidos). Sin embargo, no estoy muy seguro de que haya hecho bien.
La tarifa especial para Blackberry de Vodafone es de 18€ sin límite de datos, además del mínimo de consumo por contrato, que creo que anda por los 9€. Es mejor que los 36€ de Yoigo, y tengo además 9€ para gastar en llamadas y sms. No obstante, yo no me gastaba ni de broma 27€ en un mes en móvil, y ahora va a ser el punto de partida.
Como soy tan aficionado a los pequeños aparatos electrónicos, estoy deseando recibir mi nuevo terminal, pero tengo un cierto remordimiento de conciencia por al menos dos motivos.
En primer lugar, esto del internet por móvil es una necesidad ficticia. Si nos atenemos a la "utilidad Guía del Autoestopista", con una o dos consultas por día voy que me mato (lo típico de cómo se escribe una palabra o en qué año se estrenó tal película), y hasta estas son prescindibles. Así pues, no sé si no estaré dejándome caer en la tentación, en el vicio y en la perdición. Por otra parte está lo del coltán...
¿Cómo que qué es el coltan? El coltán es un elemento mineral utilizado en la fabricación de teléfonos móviles y que es un factor importante en los genocidios y guerras crudelísimas ocurridas en los últimos años en Congo y Ruanda. Como dice la Wikipedia:

La explotación del coltan, especialmente en Congo, ha ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros como el de Uganda. Esto plantea un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los principales yacimientos coinciden con los hábitat de gorilas en peligro de extinción.

La ocupación ruandesa del este del Congo ha significado que la República Democrática del Congo haya sido incapaz de explotar este recurso en beneficio propio. Un informe reciente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha reportado que una gran cantidad de este mineral está siendo explotado de forma ilegal y trasladado de contrabando a través de las fronteras por milicias de las vecinas Uganda, Burundi y Ruanda. Se estima que el ejército ruandés ha tenido un beneficio de como poco 250 millones de dólares en unos 18 meses de venta de coltan. Sin embargo, estas estimaciones son difíciles, puesto que Ruanda tiene sus propios depóstios de coltan, haciendo que el mineral adquirido mediante el contrabando sea difícil de identificar.

–Wikipedia; entrada sobre el coltán


Estoy seguro de que todos tenéis en el bolsillo un poquito de culpa.

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