lunes, 28 de julio de 2008

Aquellos maravillosos (y autodestructivos) años

Yo, que a los 20 pensaba que no llegaría al año 2000, estoy ahora viviendo el 2008. Siempre pensé que me moriría antes, y si no que me acabaría suicidando, pero ya me veis; aquí, y sin muchas ganas de morirme (más bien, con menos cada día que pasa).

Como esto no hay quien lo entienda estoy recorriendo un particular "En Busca del Tiempo Perdido" a través de la música que escuché a lo largo de mi vida, a ver si actúa como un espejo en el cual desentrañarme.

No sé si saldrá, porque es la primera vez que lo hago, pero este es el primer medio del que tengo noticia para subir música aquí. No se pueden subir canciones con copyright, cosa que no comprendo porque sólo es para reproducir, pero bueno, me saltaré la prohibición por una buena causa, teniendo en cuenta que tampoco produzco quebranto alguno al propietario fomentando la reproducción (que no la copia). Y en último caso, quién sabe dónde estarán ahora los propietarios de esta música (muertos, casi todos).

Esta primera canción que traigo -y que espero que funcione- describe una historia de amor entre dos personas convencionales. Es bonita, romántica, emocionante... vaya; tiene todo lo exigible a una buena historia de amor. Si eso, pinchad el botón de reproducir mientras os leéis la letra, ya veréis que cosa más hermosa



La letra es:

Tengo una chica muy ye-ye
que se masturba con el pie,
loroiro, loroiro, loroiro...
qué felicidad

Viviré con ella por toda la eternidad
Aunque solo la vea al volver de trabajar.
Ye, ya, ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye

Dentro de unos diez años ella engordará
y yo seré calvo de tanto pensar
cómo llego a fin de mes con hijos que mantener,
Con el carro en el garaje y solo 11 en la quiniela.

Viviré con deudas por toda la eternidad;
Pues, siempre me ofrecen algo nuevo que comprar.
Ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye,

Me pondré borracho y le pegaré,
Desahogaré mi frustración.
Seré asesinado en un hospital
De la Seguridad Social.
En nuestra tumba pondrá:
"De esos dos imbéciles
el mundo se ha reído
Y no se han enterado".
Ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye, ye

La polla es un grupo que yo escuchaba en los 80, al publicar su primer disco, "Salve", que fue un éxito en mi entorno de entonces (no sé si en los Cuarenta, engendro que odio desde antes de nacer). Creo recordar que el primero que me enseñó el disco fue un tal Prieto, cuyo destino desconozco pero que era un buen amigo, con su cresta y sus discos manchados de sangre. Dentro de este disco estaba su himno autodestructivo "Txus", que otro día pondré para que escuchéis. Esta Chica Yeye es posterior, del siguiente álbum ("Revolución").

Es curioso ver a estos viejos punkies, como Evaristo (el cantante de La Polla), Magüu o Lanáquera (de TdeK), con hijos mayores cuya relación no consigo imaginar, después de todo lo vivido y cantado. Es la misma dificultad que encontramos todos los que fuimos punkies/destroyers para conciliar nuestra vida actual con nuestro pasado. Y yo todavía puedo llevarlo bien, que tengo hijos pequeños, pero no me quiero imaginar qué va a pasar cuando a uno de ellos se le ocurra hacer algo de lo que yo hacía de adolescente.

Lo mato, fíjate lo que te digo.

viernes, 25 de julio de 2008

Cholo

El camping al que fuimos el fin de semana ese que fuimos de camping (no hace falta más aclaración: no vamos a ir nunca más y hacía más de diez años que no íbamos mi mujer y yo) no sólo ocurrió lo que ya conté. Se me quedó sin contar algo importante, que quizá sea LO MÁS IMPORTANTE. He reservado para mejor ocasión la reseña acerca de Cholo, el dueño y/o gerente del camping. Y la ocasión se ha presentado.

Cholo es un paisano cuyo culo comienza en el medio de la espalda, que es donde le nacen los primeros pelillos. Anda siempre con un pantalón corto y un niky, aunque a veces el niky desaparece para que podamos observar el origen y promesa de la pelambrera de alrededor del ojete. Su barriga traza un semicírculo que, si buscamos un acuerdo con su culo prominente, determina una S perfecta. Esto en cuanto al continente.

El contenido de Cholo es el de un vigilante nato. Es ese tipo de persona que en las dictaduras hispanoamericanas hacen sargento y termina sus días siendo juzgado por crímenes contra la humanidad. Ya estés sacándote las tapas de entre los dientes con la seda dental, o afeitándote, o rascándote el sobaco con placer, en el fondo, reflejado en el espejo, siempre estará la imagen pequeñita de Cholo. Es un ojito omnipresente, un Gran Hermano de todo a cien, un 007 de la señorita Pepis.

Pero donde Cholo se realiza verdaderamente es en las tareas de piscina. Ahí es donde el Cholo deshidratado se esponja con el agua, se hincha y reverdece con todas sus propiedades nutritivas.
Cholo es por definición ubicuo, pero es en el entorno piscinero (o piscinante) donde se muestra más concreta y abiertamente. Disfruta interceptando a los niños al entrar en el recinto piscínico (o piscinoso) para ordenarles que se quiten las chanclas, que las dejen allí -o aquí, siempre en lugar distinto al elegido-, que se laven los pies, que se duchen, que no jueguen, que no coman, que no rían, que no defequen, que no vomiten, que respiren con las dos fosas, que su cuerpo se desarrolle simétricamente... Cholo ha descubierto que el ámbito infantil es el ideal para la realización de sus ansias de dominación. No responden, no piden libro de reclamaciones, no contraofertan un par de hostias, no; sólo obedecen. Son súbditos perfectos.

Cholo, en el recinto piscinario (o piscinal) está siempre pendiente de que las losas estén constantemente empapadas. En cuanto ve una zona seca, agarra la manguera y fabrica unos cuantos charcos, acto cuyas consecuencias inmediatas son que se te empapen las bolsas -con su contenido- y que resbales como si tus pies se hubiesen metamorfoseado en babosas. Otro placer de Cholo es esperar a que varios niños se sienten en uno de los dos jacuzzi para, sin causa aparente, expulsarlos de allí con apremio. Esto de los niños en los jacuzzi es una de tantas normas aleatorias no escritas que erráticamente impone Cholo. De repente siente la necesidad de afirmar su poder, escoge una víctima indefensa y se abate sobre ella. Los niños asumen su presencia como una fuerza de la naturaleza, igual que los primitivos convivían con volcanes, tigres dientes de sable y el monolito de 2001.

Entre las muchas normas sí escritas de la zona piscinoide (o piscinada) está una que no consigo entender; no la recuerdo exactamente pero dice algo así como que no se puede superar la capacidad del vaso, que está fijada en 60 personas. No sé si este límite se refiere a la piscina grande o a los jacuzzi. Si es a la piscina grande no entiendo el motivo, más allá que la necesidad compulsiva de Cholo de tocar los cojones. Si esta norma atañe a los jacuzzi ya me extraña más, porque son tan pequeños que si consigues meter a 60 en uno, sólo te falta un notario que certifique el record Guinness.

Como dije antes, el tipo de persona encarnada en Cholo es el de los grandes hombres que enriquecieron la historia del s.XX: Hitler, Pinochet, Stalin, Idi Amin… Claro que a éstos el azar los colocó en situación de alcanzar el poder. Ya podía el hijo de puta del azar haberlos puesto a vigilar una piscina o un camping.

jueves, 24 de julio de 2008

Campismo

El fin de semana pasado fuimos de camping con varias parejas y sus hijos. En total seríamos como diez personas y ocho niños.

Es maravilloso ir de camping. Esa comunión con la naturaleza. Ese retorno a nuestros orígenes atávicos, a la caverna, a la íntima relación con los demás miembros de la tribu... esa carencia total de intimidad, esas extremas condiciones ambientales que prohiben leer, dormir, comer, estar tranquilo, cagar, mear y cualquier otra actividad que en nuestra casa satisfaríamos sin darnos cuenta. Esas miradas torvas de no haber dormido, esos saludos mascullados entre dientes, ese carnaval de hedores... ese caos de bolsas ropa toallas efectos personales diversos arena tierra hierbecillas en el que es altamente improbable que encuentres lo que buscas, y absolutamente imposible que se halle en buen estado si es que lo encuentras.

Llegamos tarde y montamos las tiendas. La mía, justita para los cuatro (mi mujer, los dos niños y yo). Trajimos dos colchones y un hinchador. Un colchón pude hincharlo yo, pero el otro tenía un agujero tan grande que ninguna de las boquillas valía. Estuve a punto de meter mi cabeza dentro para hincharlo. Por suerte me dejaron un hinchador adecuado, y que además se enchufaba a la toma de 12 v. del coche, pero al terminar de hinchar, antes de conseguir tapar el agujero, se vació la mitad del aire. Quedó a media presión, tal que al tumbarme el culo me daba en el suelo. Al día siguiente descubrí otro agujero más pequeño al lado del grande, pero ya era tarde.

La primera vez que entré en el edificio de las duchas y váteres, un tío se metió en uno de los cubículos de cagar. En el tiempo que me ocupó mear, de repente escuché un pedo como de 750 c.c. ruidoso, retumbante y prolongado. Pensé que el tío no tenía absolutamente ningún sentido del ridículo, y luego pensé que podría haberlo echado en otro sitio más íntimo, pero ¿cuál? ¿dónde podía haber expelido aquel gas ese hombre que no le oyese nadie? En la tienda, además de ser menos apropiado por definición, está rodeado de aún más orejas para escuchar la ignición y el lanzamiento. ¿En la playa, quizás? No; también está lleno de gente. Total, que entonces me di cuenta de que durante dos días tendría que elegir entre librarme de mi paquete fecal al mismo tiempo que de mi sentido del ridículo, o traerme ambos para casa.

La primera noche fue triunfal. Comencé durmiendo con la cabeza en el lado opuesto a la puerta de la tienda. X (mi mujer, que no me concede derechos de imagen) me dijo en cuestión de minutos que ella se cambiaba, que no aguantaba de la claustrofobia. Yo todavía no notaba esa feretriz sensación. Sin embargo, la impresión de estar amortajado fue en aumento progresivamente hasta que sentí que en mi nicho escaseaba el aire, y entonces me di la vuelta como X. Los pies me daban en el fondo de la tienda, y la cabeza en la puerta, así que decidimos abrir la puerta y sacar fuera la cabeza. Casi no podía respirar, porque no sé por qué motivo se me taponó la nariz (quizá el polvo de los sacos me dio alergia). Con la cabeza fuera me dispuse a intentar dormir. Entonces un extraño pájaro se puso a cantar en dos tonos con bastante fuerza. Yo no le encontré especial calidad a la melodía, pero X creyó que aquello era imposible que lo hiciese un pájaro, así que salió estrepitosa perdida a hacer ssssshhh, creyendo que unos gamberros armados de silbatos nos estaban jodiendo la noche. A las cinco y media noté que un mosquito me había picado en las manos, en los pies y en la cara. Era todo lo que había a la vista, así que no le quedaba nada por picar; no lo entendí ni lo entiendo ahora, porque yo me eché repelente de mosquitos en todos los sitios; quizá fuera un mosquito con moquillo (creo que pierden el olfato). Luego, ya a las cinco y media, estuvimos hablando un poco X y yo asomados a la puerta de la tienda, viendo como el día iba aclarando. Después dormimos un poco, hasta las siete o siete y pico, que se despertó X' (nuestro hijo mayor) presa de uno de sus ataques malignos de posesión satánica, producido por haber dormido aproximadamente la mitad de lo que acostumbra (los niños cayeron presa del cansancio a la una o más tarde, y X' se suele dormir a las nueve). El demonio no abandonó a mis hijos hasta que pudieron dormir una noche entera, ya en casa.

La noche siguiente ya conseguimos dormir más o menos bien, aunque siempre con la cabeza fuera de la tienda. Uno de los que venían con nosotros, que no sólo no durmió nada sino que ya ni siquiera lo intentó, nos dijo que en su nocturno deambular le pareció peligroso que durmiésemos así, expuestos a que un borracho tropezase con nuestras cabezas. No hubiese importado, creo yo, porque en ese momento no las estábamos usando.

miércoles, 23 de julio de 2008

Babel horizontal, en La Opinión

Hoy hay nuevo artículo en La Opinión de A Coruña de Arturo Lezcano (a veces los hay pero no los comento). Va sobre la crisis inmobiliaria que sufrimos aquí, en España. Bueno, en realidad estamos en una crisis económica de esas cíclicas de toda la vida, como toda Europa y EEUU. En esta línea, el escrito trata de la ilusión general, creada durante estos años pasados por el ciclo de crecimiento, que ha devenido en una decepción en la situación actual.
Como siempre, AL es pesimista tipo ya lo decía yo. Aquí, todo lo que sube tiene que bajar (en Estados Unidos e Inglaterra es al revés: todo lo que baja tiene que subir).
Como el texto está cojonudamente escrito os recomiendo que vayáis a leerlo. Aunque no seáis de la generación del 98.

lunes, 14 de julio de 2008

¡qué flash!

Cuando yo era joven (snif) utilizábamos la expresión ¡qué flash! para indicar algo muy sorprendente, que nos alucinaba. Es uno de esos giros del lenguaje que obtienen un gran éxito durante un tiempo pero que no se consolidan y dejan de utilizarse. O al menos eso creo, porque hace años que no lo escucho, y ya os digo que lo decíamos continuamente. Puede ser porque ahora haya menos cosas sorprendentes, aunque no creo.
Me viene esta expresión a la mente al leer en El País que Una treintena de jóvenes rusos pierde parte de la visión por la luz de un láser durante un concierto, ya veis qué animalada. Los salvajes que manipulaban los cañones láser, al no poder utilizarlos contra el cielo (llovía y desplegaron un toldo, con lo que no había cielo al que orientar los haces) los enfocaron directamente hacia el público. Los jóvenes afectados se dieron cuenta horas o días después, cuando observaron que unas manchas permanecían en su campo de visión desde la noche del concierto.
Esta pobre gente sí que puede decir con razón de ese concierto que fue un flash.

miércoles, 9 de julio de 2008

otra dura jornada queda atrás


Hoy tenía que consultar con mi superior a qué distancia de una carretera tenían que tender una tubería del gas. Me dieron un ladrillo de planos entre los que seleccioné tres que corresponden a la zona implicada. Llamé a la empresa del gas y les dije que les hacía copia de los planos y se la llevaba a su sede.

Luego fui a pedir a alguien versado en el manejo de la fotocopiadora de planos que me hciese las copias, pero me dijeron que la máquina está estropeada.

Tuve entonces que ir al servicio de Patrimonio y Contratación a buscar un vale para una fotocopiadora que hay bastante lejos, pero que es la que tiene cuenta en la diputación.

Tuve suerte en Patrimonio y Contratación, porque me atendió Richard. Algunas veces llego y "caigo en la casilla de María Lauda". Esto es una broma privada, en la que utilizo el lenguaje del juego de la oca, en el que la casilla de la muerte o el pozo son las peores. La casilla de María Lauda puede ser la muerte o el pozo. Esta señora es una tipa desagradabilísima capaz de negarte el favorazo de hacer su trabajo y ponerte todas las trabas a su alcance para que no consigas lo que necesitas, y todo eso con una sonrisa, lo que la hace más exasperante. El día que la conocí fue cuando me hizo entrega de la calculadora para mi trabajo. En mi trabajo estoy en el monte o en obras públicas de carretera, sin oficina ni nada parecido. Lo único que tengo es un coche. La calculadora era de esas de mesa, con enchufe para la pared y rollo de papel, como para un contable. Cuando vi la calculadora y la sonrisa creí que era una broma, y me reí. Me puso podre; me dijo que nadie tenía la obligación de conocer mi trabajo y mil cosas peores, y todo con esa sonrisa enervante. Desde entonces, cada vez que se dirige a mí acabo rebosando odio por la señora esta, y con mi petición parada temporal (pozo) o permanentemente (muerte).

Pero tuve suerte, y Richard me imprimió el vale para las fotocopias y me dijo que el jefe de servicio no estaba para firmarlo, así que hasta hoy no podría hacer las copias. Pero como había quedado de entregarlo ayer mismo me cogí el vale sin firmar y me puse a buscar al firmante, que estaba en un acto oficial de firma (sea lo que sea, esto). Me aposté delante del salón de actos, lleno de viejos, dispuesto a abatirme sobre el jefe de Patrimonio y Contratación. Al cabo de un rato salió y me firmó inmediatamente.

Con tanto trámite, se me pasó la mañana, y cuando llegué al sitio de las fotocopias ya estaba cerrado. No se tomó Zamora en una hora, como bien se dice. Pero si los que tomaron Zamora hubieran sido funcionarios todavía estarían acampando para comenzar el sitio.

Hoy por la mañana me demoré para entrar a trabajar hasta las 9, que es cuando abre la fotocopiadora. Fui allí y, como no son funcionarios, me hicieron las copias inmediatamente. Luego me fui a entregarlas a la delegación de Gas Galicia, en el polígono industrial de Pocomaco. Como todos los polígonos industriales que conozco, están llenos de coches circulando despacio buscando lugares pequeños, mal indicados y perfectamente escondidos entre camiones, furgones y turismos aparcados como si los hubiese colocado allí un niño gigante de menos de dos años.

Di por lo menos siete vueltas al polígono, como es menester para todos los que lo visitan, antes de decidirme a llamar al sitio para preguntarles dónde estaban. La calle 4 no estaba señalizada (ponía calles 3 y 4 en la embocadura de las mismas -no antes, para que tengas que recorrer todo el polígono-, y luego sólo 3, con lo que a efectos de señalización la 4 no existía). Lo de sección I tampoco estaba, y la parcela 1 ya era como una broma. Total, que la chica me tuvo que ir indicando por teléfono hasta que conseguí ver el edificio en el que estaba. El cartel era del tamaño de un sello de correos, al lado de la puerta, en una nave gigante con el nombre de otra empresa cuya actividad concreta desconozco. Perfecto, Gas Galicia, muy bien.

Tuve que dejar el coche tirado de cualquier manera, para no desentonar con el resto, que es sabido que tan malo es llamar la atención por exceso como por defecto, y de defectos y excesos yo sé mucho. Fui corriendo y dejé los planos, cogí el coche y me vine a la oficina.

Resumiendo: que para hacer algo que creí que no me llevaría más de una hora y media he dedicado más de siete, y sin parar; casi una jornada laboral completa. O mejor no: la jornada completa, si sumamos el tiempo empleado en contarlo en esta anotación.

Cantad conmigo (con el himno de la legión):
Soy valiente y leal funcionario
funcionario de administración
que eficiente se rasca los huevos
y se marcha bailando el bayón

lunes, 7 de julio de 2008

Misión cumplida

Por fin se ha anunciado (hace ya días) que Irak va a abrir sus reservas de petróleo al mercado internacional. No fue sin trabajo, pero finalmente el objetivo de la guerra va a ser alcanzado.

Me imagino que la distribución de los contratos y los motivos de la elección de una u otra compañía no aparecerán en las primeras planas de los periódicos, pero seguro que entre lo que digan y lo que nos imaginamos llegaremos a ver lo que es de esperar: que la proporción en el reparto del pastel será paralela a lo que cada país haya aportado a los gastos de la conquista.

Ya la existencia de un pastel y que éste vaya a repartirse es algo digno de mención. Sería interesante poder examinar la Ley de Hidrocarburos de Irak, cuyo proyecto, según The Independent (7 de enero de 2007, según un borrador filtrado) preveía una entrega de los recursos y una garantía de rentabilidad con cargo al pueblo iraquí. En el más puro estilo neocolonial: tu riqueza es tuya, pero yo tengo contrato exclusivo de explotación, lo extraigo, lo comercializo y te doy un porcentaje. Teniendo en cuenta que el petróleo iraquí es de los más baratos de extraer este tipo de contrato es absolutamente improcedente. Lo normal (el caso de Arabia Saudí e Irán) es que una empresa estatal se encargue de todo el proceso de extracción y comercialización, obteniendo de ello el total de los beneficios, y si hace falta asistencia técnica extranjera se contrata el trabajo por un precio pactado.

Pero yo, que quiero escribir sobre el tema, no encuentro por ningún lado información acerca de la ley definitiva. Se supone que tendría que estar en los periódicos de gran difusión, con detalle y comentarios de las principales plumas contratadas. Pero no. No encuentro nada, excepto en lugares de tendencia claramente izquierdista marginal, como Rebelión, Iraqsolidaridad y Voltaire. Exceptuando lo mencionado del Independent, no veo que nadie haya visto un documento original de la ley; la mayor parte se basa en conjeturas, y otros desarrollan lo que cuenta el Independent. En El País las únicas referencias son hacia "la polémica Ley de Petróleo", pero no explican en qué consiste la polémica, ni la Ley. Por lo que leo aquí y allí, cogiendo esto y aquello y uniendo una y otra cosa con una cierta lógica, me sale lo siguiente:

Irak recuperó la propiedad de su petróleo en 1961, y lo mantuvo hasta la actualidad. Sin embargo, la ONU impuso unas sanciones a raíz de la invasión de Kuwait en 1991, y se aproximaba ya la fecha en que correspondía revisar estas limitaciones a la exportación de petróleo, y EEUU partía en mala posición porque Sadam Hussein no guardaba un buen recuerdo del revolcón de la primera guerra del Golfo, y ya estaba en conversaciones con Total (Francia), Lukoil (Rusia) y otras. Para conseguir una buena posición en el reparto del petróleo iraquí necesitaban que Sadam desapareciese; pero no sólo Sadam, sino su partido y el sistema mismo. Por esto, comenzaron a crear un ambiente de guerra, a hacer lo que se denomina "fabricación del enemigo", y lo hicieron fatal, con acusaciones que no se sostenían. Pero para la opinión pública de US y UK fue suficiente; en los motivos para invadir un país nunca fueron muy exigentes.

A los invasores les salió la aventura más cara de lo que pensaban (aunque los muertos son la parte de su población más prescindible: hispanos, negros y demás ralea), y los iraquíes se les están resistiendo. Redactaron una Ley de Hidrocarburos en Estados Unidos con la colaboración de las grandes empresas petroleras, y la fueron intentando colar en el parlamento iraquí, pero surgió una notable oposición en la calle y en el propio parlamento. Se dice que tuvieron que untar a muchos parlamentarios, y aún así la ley sigue empantanada. Afortunadamente.

Por lo que parece, la ley diseñada por Cheney y sus amiguitos para quedarse con el petróleo iraquí establece un tipo de contrato con las compañías extractoras totalmente improcedente, porque sólo reserva al país la propiedad nominal del crudo, pero por lo demás lo entrega en explotación y comercialización, desentendiéndose del proceso entero. Se explica muy bien aquí, tanto las posibilidades como lo acuerdos celebrados en otros lugares, y una historia de este tipo de contratos.

Supongo que es cierto lo que se dice de que la ley se ha discutido a puerta cerrada, que ni siquiera se le ha comunicado a todos los miembros del parlamento iraquí (los sunnitas parecen estar fuera del secreto) y que los sucesivos borradores han sido redactados por empresas estadounidenses. Pero es que no puedo creerme que los periódicos españoles, tan libres e independientes como dicen que son, no publiquen nada sobre el tema. Lo único que saco en limpio, ahora que parece que Irak abre el grifo, es que al no salir adelante la ley expoliadora han tenido que acogerse a la legislación vigente en la época de Sadam, y que procede de la nacionalización del año 61, cuando se sacudieron la relación colonial con el Reino Unido. Estas leyes son similares a las existentes en otros países del Golfo, y mejor les iría negociando con esta base legal. Pero esto es provisional. Estados Unidos no se conformará con tan poco.

Por lo de pronto hay muchas empresas, entre ellas la española Repsol-YPF, que optan a estos contratos provisionales cuyo diseño y duración exacta tampoco está clara. Por otro lado, el gobierno títere de Maliki no creo que sea muy benévolo con los enemigos de EEUU, aquellos que no aportaron tropas para invadir su país.

Como siempre que está en juego una jugosa cantidad de dinero (tan jugosa como para levantar una economía o frenarla), nadie habla de más, y no nos enteraremos de nada hasta que aparezca en los libros de historia. Como siempre.

jueves, 3 de julio de 2008

de putas

Uno de cada cuatro varones de 18 a 49 años residentes en España ha reconocido haber pagado alguna vez en su vida por tener relaciones sexuales, un porcentaje muy superior al de otros países desarrollados.

La primera reflexión que me produce la lectura de esta importantísima encuesta es que no sé si valora el desequilibrio de demandas -no parece correcto hablar de oferta y demanda para este caso-, porque de ser así llegaríamos a la conclusión de que o las españolas son unas estrechas o nosotros asombrosamente rijosos.

Por otro lado, existe la posibilidad de que lo que la comparación con otros países desarrollados indique sea una mayor sinceridad en los encuestados españoles, y que todos hayan ido a putas igual.

En cualquier caso, en mi ejercicio de introspección resulta que yo estoy entre los mentirosos y/o pichaflojas que no han ido a putas. Y como no me apresure ya no llego.

miércoles, 2 de julio de 2008

no me he muerto (aún)

Llevo muchísimo tiempo sin escribir nada, y no sé por qué es. Simplemente no me apetecía. Estaba apático. Nada llamaba mi atención.
No es que haya renacido mi curiosidad. Lo único que pretendo con esta anotación es significar que existo, aunque en un cierto letargo mental.
Hay gente en Katmandú intentando desde hace años llegar al estado que en mí es natural. Que se jodan, que no lo conseguirán.