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jueves, 30 de abril de 2009

recibámoslos con lanzallamas


Pobre gente, esos diez inocentes que son recibidos en una pequeña ciudad de provincias con el titular que copio arriba. No quisiera estar en sus zapatos.

sábado, 31 de enero de 2009

malviviendo

Acabo de leer en el blog de Kozmica una anotación sobre lo que llaman en México parqueros, y que aquí en España llamamos gorrillas. Como viene muy al caso, llevaba semanas queriendo hablar de ello y además hay novedades al respecto, voy a hablar de Malviviendo, una serie amateur elaborada para internet que está teniendo bastante repercusión (aunque menos de la que merece, a mi juicio).
Malviviendo retrata la vida de un gorrilla, un chico joven que se dedica a ayudar a la gente a aparcar sus coches, con la promesa tácita de proteger el vehículo; subyace una interpretación más oculta y amenazante, que nadie sugiere siquiera pero todo el mundo piensa, que reconvierte este acto socialmente útil y digno de agradecimiento en una extorsión o chantaje. Porque se me olvidaba decir que estos aparcacoches buscan -y aceptan- un estipendio o propina del propietario del vehículo por los servicios desinteresadamente prestados. Se da la circunstancia -además- de que el benefactor tiene un aspecto más bien patibulario, con lo que la conexión mental entre no pagar al gorrilla y encontrarse un rayazo en una puerta es evidente.
Pues se da la circunstancia de que esta serie, Malviviendo, ha llegado ya a su tercer episodio. El primero les costó -dicen- 40€, y el segundo ya dobló esa cantidad. Esto es imposible en circunstancias normales y a la vista del producto, pero es que esta gente son sus propios actores, editores, directores y todo eso, y además están en contacto con la Universidad de Sevilla. En cualquier caso, otros con más de mil veces esa cantidad hacen cada truño que dan arcadas.
Os enlazo a continuación los tres primeros episodios de la serie, acumulados.
El número A:


El número B:


Y el número C:


¡Hala, a rascarla por ahí!

martes, 16 de diciembre de 2008

experto en secuestros, secuestrado en México

Me manda un amigo este enlace en el que se da noticia del secuestro de un experto en negociación con secuestradores y otros delincuentes, en Coahuila, México. Precisamente acababa de dar una charla a empresarios para instruirles sobre cómo evitar o -si no se pudo evitar- cómo manejar un secuestro. Este señor, llamado Félix Batista, es de origen cubano y trabaja para una empresa estadounidense de seguridad especializada en gestionar crisis de este tipo. Por supuesto, lo primero que uno se encuentra por la red son comentarios de gente que se ríe del suceso. La mayor parte de lo que leí por ahí me recuerda a ese chiste del señor que va a consultar a una adivina, llama a la puerta y la adivina pregunta "¿quién es?", y entonces el hombre piensa "pues vaya mierda de adivina".
En principio, sabiendo lo que mi amigo opina sobre la prepotencia de los norteamericanos (él vive allí y por eso le cabrea más), supongo que lo que pretende es que siga la flecha y me descojone del "superagente" yanki que se las sabe todas, pillado por cuatro desesperados de piel oscura y cara de indio. Sin embargo, leyendo un poco más sobre quién es este señor me empieza a dar pena. Pena primero porque he escuchado a este señor y -llamadme estúpido si queréis- no es lo mismo leer un suceso que verle la cara a la víctima y escuchar lo que dice en un perfecto español nativo. Y también porque lo que ocurre en México con la ola de delincuencia es horrible. Allí no se puede vivir. Los criminales campan por sus respetos, con la complicidad de las fuerzas de seguridad (me importa un huevo no tener pruebas; esas cosas no pueden suceder sin la vista gorda de la policía). Ya ni siquiera los políticos de más alto nivel están a salvo (¿quién duda que el accidente sufrido por Juan Mouriño haya sido un atentado?). Y son muy violentos, crueles y peligrosos. Vaya, que no quisiera estar en la piel de Félix Batista… suponiendo que esté secuestrado.
Por ahora, las autoridades no hablan ni siquiera de secuestro, y aunque en principio se dijo que el experto podía pertenecer al FBI o a la CIA, ahora se están desmintiendo estas informaciones con la justificación de que pueden poner en peligro de muerte al desaparecido. Con todo, la importancia que se le está dando al caso es tan sobresaliente que todo parece indicar que Batista es algo más que un simple experto en seguridad de una empresa privada en una gira de conferencias.
Os inserto aquí una entrevista de Batista con Ana María Salazar, de hace unos meses, para que veáis de quién se habla.

lunes, 5 de mayo de 2008

el 5 de mayo en México

En primer lugar, no sé si los correcto en español es escribir México o Méjico. Escojo México porque sí.
Hoy es 5 de mayo, y en México se celebra la batalla de Puebla, en la que las tropas mexicanas se enfrentaron a las francesas en la localidad de Puebla de los Ángeles (cambiada luego por Puebla de Zaragoza en honor al general mexicano que dirigía las tropas). Esta batalla constituye un emblema del nacionalismo mexicano, al ser una victoria contra el mayor ejército de la época. 
Los franceses habían llegado a México junto a los ejércitos de España e Inglaterra, con la intención de reclamar por las armas los atrasos en el pago de la deuda externa (ya en 1862 existía la deuda externa en latinoamérica, fíjate tú). España e Inglaterra firmaron un acuerdo, pero Francia no quiso firmarlo porque con la excusa de la deuda quería hacerse con el país para tener representación territorial en las colonias americanas (bueno, estaba la Luisiana, pero eso no era tierra sino barro ;-). 
La cosa es que el ejército mexicano, al mando del general Ignacio Zaragoza, derrotó al ejército francés en 1862, lo que retrasó el avance francés, aunque no lo anuló. Al año siguiente los franceses contraatacaron y tomaron Puebla, llegando a conquistar Ciudad de México, y expulsando al gobierno legítimo del presidente Benito Juárez. Juárez se vio obligado a huir con su familia, soldados, archivos de gobierno y todo lo que le permitiera mantener un gobierno móvil que se fue desplazando de ciudad en ciudad esquivando tanto a los franceses como a elementos conservadores mexicanos que, levantados en armas, apoyaban al invasor francés. El emperador Maximiliano fue coronado y gobernó en guerra entre 1864 y 1867. Finalmente fue fusilado al reconquistar Juárez el país y restablecerse la república.
Queda claro pues que la victoria de Puebla fue importante por simbólica, y no por lo determinante que pudo ser en el desarrollo de la invasión francesa. Los mexicanos del interior la celebran casi tanto como la Fiesta de la Independencia (16 de septiembre), pero los emigrantes en el extranjero la festejan con mayor intensidad, especialmente en los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas, en los EEUU de norteamérica.
De toda esta historia me llama la atención la figura de Juárez, un indio (o mestizo, no lo sé) presidente de la república, huyendo con una comitiva inmensa a través del polvoriento país, en compañía de funcionarios, soldados, familia, amigos, prostitutas, delincuentes y gentes de toda laya. Su empecinamiento en mantenerse en el gobierno, y no entregar el poder legítimo al emperador, cambió (para bien o para mal) la historia de México.
Por otra parte, es interesante también la figura del emperador Maximiliano, un austríaco de exquisita educación europea que, renunciando a sus títulos en el Imperio Austrohúngaro, se marcha a México, un país que desde sus ojos tenía que verse como salvaje, para hacerse coronar. Con ello tenía que saber que abandonaba Austria para toda su vida, vida dramáticamente corta, además. ¿Qué motivaciones le llevarían a aceptar ese destino? ¿Aventura? ¿Idealismo? ¿Codicia? No sé.