viernes, 26 de diciembre de 2008

caixa del Penedés roba a un inmigrante


Me importa un huevo que técnicamente no sea robar, porque tengan aprobadas las tarifas de gastos y porque el cliente haya firmado esas condiciones al abrir la cuenta. Al inmigrante de Bangladesh que le tocó el primer premio de la lotería de Navidad aquí en España le han robado casi un tercio de lo que había ingresado en su cuenta, en concepto de gastos. No creo que lo hubieran hecho si se hubiese quejado. De hecho, a todos nos han condonado gastos en el banco cuando hemos protestado; es algo que utilizan para tenernos contentos ("en lugar de robarte 40 te robo 20" "oh gracias señor, continúe robándome por favor"). Está claro que a este hombre le cobraron la tarifa íntegra, y llevarse 23€ de un total de 70 ingresados es un latrocinio sin paliativos.
Pero es que no es sólo la Caixa del Penedés. Son también la Caixa Galicia (gastos sin cuento y casi cero de retribución en intereses, además del maltrato sistemático al cliente) y Caixanova (comisiones hasta por sonreír, aunque buen trato al cliente; si te quejas te lo perdonan casi todo). Es también el BBVA (comisiones por ¡ingresar dinero!, además de por respirar, comer, defecar, existir, ser, estar, crecer, reproducirse, morir y otros conceptos similares; si te quejas te perdonan un poquito nada más, y de mala gana), Bankinter (muy pocos gastos comparando con otros, pero si te quejas te los perdonan, lo que significa para mí un intento de estafa), BSCH (sus terjetas de débito te dan dinero a crédito sin avisar, con lo que los números rojos se transforman en agujero negro que puede absorber todas tus propiedades presentes y futuras sin que te enteres). Y eso de los que yo conozco. Son unos sinvergüenzas y unos estafadores. Porque si te quejas te perdonan la sustracción, pero si no protestas te hacen un siete en la cuenta que como esperes lo suficiente acaba tragándose tu casa, tu coche y tu sueldo de por vida (no exagero; los gastos una vez que alcanzas los números rojos crecen exponencialmente, y ríete tú de lo de los granos y el tablero de ajedrez).
Pero este caso es especialmente grave porque es una persona con dificultades especiales culturales, sociales y económicas. Es tan vil y ruín como que a los poderosos les chupan el ojete mientras que a los más débiles y menesterosos los despluman cruelmente, sin piedad.
No hay palabras suficientemente insultantes para describirlos. Lo dejo aquí.

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