martes, 8 de abril de 2008

Sigo con Eurovisión

De la canción de Azerbayán no voy a hablar mucho, y no la voy a enlazar. Son dos notas, uno de ellos tan viril que parece gay, y el otro canta como un castrato. La canción es una putísima mierda. Tanto como las canciones que han hecho a Madonna el ídolo que es. De todos modos, volverán a su Azerbayán natal (en el que al parecer tienen éxito) después de la primera eliminatoria.

Eslovenia tiene una de esas canciones patachán patachán que podrían haber hecho las Baccara en plena decadencia. Una mierda que no llegará a nada. Tampoco la enlazo, por no aburrir.

Noruega presenta a una mujer de rompe y rasga, que bien podía anunciar brandy Soberano (es cosa de hombres) y triunfar entre el ramo de la construcción (poniendo palotes a los peones y oficiales de primera, no como Francisco Hernando, alias El Pocero). La canción, ni fu ni fa. No creo que llegue ni a la final. Tampoco la enlazo, que os dispersáis con tonterías.

Polonia presenta una supercachonda con un deje a Anne Igartiburu pero muchísimo más guapa. En el vídeo sale con unos dientes de un blanto tan exagerado que casi que no os la enlazo para no provocaros desprendimiento de retina. La canción tiene un tempo romántico que hará las delicias de los muertos del cementerio. Cualquiera con una temperatura corporal superior a 9ºC la encontrará aburridilla.

Al pavo Dustin, de Irlanda, lo enlazo porque es el megafriki, junto al nuestro, de esta edición de Eurovisión. Es una idiotez sin gracia ni calidad, pero compite directamente con nuestro candidato para poner en ridículo a la puta industria de la música comercial hortera de mierda que dicta los programas de fiestas de los ayuntamientos (los 40 Principales). Es, por tanto, un luchador, un guerrillero, un terrorista internacional que lucha para liberar nuestros oídos. Merece respeto. Por supuesto, llegará a la final.

Respecto a Bosnia-Herzegovina hay que tener en cuenta la trayectoria del país desde la disgregación de Yugoslavia. Murió mucha gente, y de los supervivientes muchos quedaron traumatizados. Es normal que no hayan encontrado a nadie normal para presentar. De todos modos, para ser tan raritos, la canción está bien (la música, que de la letra ni flores, aunque me intriga, con esa coreografía de los agricultores mazas, y la gallina suelta por el escenario). Esto sí tiene un enlace. Este



Y ahora a dormir, lechoncillos.

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