jueves, 13 de diciembre de 2007

sobre la piratería



Ahora que estamos dándole vueltas aquí en España al establecimiento o no de un canon digital, y que se está tramitando una ley de impulso a la sociedad de la información, viene a cuento una reflexión sobre el tema, en el que estoy sumamente interesado pero en el que no tengo una postura clara. Los argumentos de unos y otros son suficientemente razonables, y también he de tener en cuenta que yo soy parte interesada, en la medida en que me bajo continuamente series de televisión para no sufrir la esclavitud de los horarios de las cadenas.
Las ventajas para mí de bajarme las series, transformarlas a mp4 y pasarlas al iPod para verlas en la tele es inmensa. Lo tengo automatizado de modo que en cuanto se emite un nuevo episodio de Desperate Housewives, Lost, House o 30Rock hay una aplicación que detecta el nuevo torrent, lo baja y lanza mi programa de bittorrent, que se pone a trabajar automáticamente. Una vez que lo tengo bajado busco subtítulos (que personas desinteresadas y maravillosas hacen sin recibir nada a cambio) del episodio, los monto con ffmpeg y iSquint transforma el episodio subtitulado a versión h-264 (iPod) y lo incorpora automáticamente a iTunes. Cuando llego a casa y conecto mi iPod, ya se actualiza con el nuevo episodio, y cuando me da la real gana lo puedo ver en la pantalla de mi televisor con un simple cable RCA.
Quizá os parezca muy complicado, pero está automatizado y no me cuesta casi nada. Y me libera de tener que estar a la hora justa y el día apropiado delante de la tele, tragarme tandas interminables de anuncios que me hacen perder el hilo de lo que estoy viendo (o me incitan a zapear, con lo que no veo nunca nada completo), exponerme a que cambien la hora o el día de emisión, acostarme tarde sin poder parar cuando quiero... Es que no sé dónde parar con las ventajas.
Sin embargo, hay inconvenientes. El principal es que esto no es del todo legal. No es ilegal, pero tampoco muy ético. Al fin y al cabo, para hacer estas series hace falta dinero, y yo no estoy contribuyendo en nada a pagar los gastos. Si todo el mundo actúa como yo, dejarán de hacer Lost y no podré verlo, así que es como si yo me estuviese aprovechando de ti, sufrido ciudadano que sigue aguantando la esclavitud de la paleotelevisión y su publicidad abusiva e ineficaz.
Pero es que internet da esta oportunidad, y si la da vamos a ser legión los que la aprovechemos. Así pues, ¿por qué no intentar combinar las ventajas con el ganar algo de dinero? Así, yo seguiré siendo libre de ver mi serie favorita cuando me dé la gana y los que la hacen seguirán cobrando por su trabajo. Sería ideal, y los americanos ya están trabajando en esa dirección. Pero esto es España, señores, y aquí si tenemos que elegir entre imaginación y prohibición elegimos SGAE.
La cuestión es buscar una manera de servir legalmente las series e incluirles algo de publicidad para recuperar el dinero de la producción; una cantidad de publicidad que haga que no merezca la pena forzar el archivo para eliminarla, que sea tan llevadera que nos lleve a un pacto entre consumidores y productores del tipo "vale, te aguanto este anuncio porque eliminarlo me quita más tiempo del que pierdo viéndolo", o "vale, lo bajo legalmente pagando una cantidad mínima porque es muchísimo más rápido y lo quiero ver ya". Pero lo que no pueden pretender es admitir a regañadientes, porque los legisladores no les dan la razón, la existencia de las descargas p2p y al mismo tiempo intentar recuperar el dinero con conceptos que no vienen al caso. El canon digital grava algo por un concepto que no se relaciona con el problema. Es un dinero que se cobra por estar como estábamos antes. Intenta detener un mundo en vertiginoso desarrollo anclándolo en el año 80, y así no funciona. Pueden cobrar por los aparatos existentes, y quizá consigan ir incorporando el canon en los que se vayan inventando mes a mes, pero el problema de fondo no lo van a solucionar así. El pago del canon no me permite bajarme música con eMule (aMule en mac), simplemente me cobra por segunda vez por la música que me he comprado legalmente. Es más, si compro música en una tienda digital el canon se me está cobrando por el ordenador que la recibe, que es el soporte original (no hay cd físico, como en los discos comprados en tienda). Pero no voy a abundar más sobre los argumentos contra el canon.
Pero aun reconociendo que el canon es lo más próximo a robar que he visto sin que te detenga la policía, sigo pensando que para hacer música, pelis o series de tele hay que gastarse dinero, y para gastarse dinero hay que ganarlo. Pero también han de darse cuenta los multimillonarios de la música, con toda su prepotencia y esa multitud de picapleitos paniaguados, de que toca cambiar, y de que si han de gastarse menos en promoción pues habrá que hacerlo, y si tienen que bajarse los sueldos todos los parásitos del mundillo del disco, pues qué se le va a hacer, o esnifar la cocaína de peor calidad, o más aún: pasarse al café. Que son ellos los que afrontan un cambio en el mercado, y que han de tragarlo como viene y adaptarse a él, no sujetar el mercado con leyes indefendibles para que evitar tener que cambiar. El cambio es imparable, y si quieren seguir adelante han de buscarle aprovechamiento a las ventajas que ofrece la nueva situación.
Yo creo que si se tiene en cuenta que distribuyendo productos culturales por internet desaparecen los gastos de distribución por lo de pronto ya podían bajar la música a precios normales, porque lo de 10€ por disco de la iTunes Store es una tomadura de pelo (y con DRM). Yo consideraría un precio asumible la cuarta parte, 2'5€. Por ese dinero no compro el cd físico ni me lo bajo del aMule. La compañía vendería más discos y ganaría lo mismo. La gente escucha ahora muchísima más música que antes de las descargas p2p. A mí me pasa; me gusta una canción de un grupo, voy a ver si me la bajo y resulta que termino bajándome la discografía completa (aunque luego ni la escucho). Si me cobrasen algo gastaría lo mismo que gasto ahora en discos, lo que pasa es que compraría muchos más.
A lo que tienen que llegar es a poner tan barato y fácil el acceso a los contenidos que la mayor parte de los internautas acepten pagar por ello. Entonces quedarán tan pocos "piratas" que sí será posible defender una posible ley contra las descargas p2p.
Ahora perdonadme, que voy a ver el 9º episodio de Desperate Housewives, que es el último del año (y quién sabe si seguirá, con la huelga de guionistas). Las cadenas de aquí la pondrán el año que viene, si Dios quiere.

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