martes, 7 de julio de 2009

pienso para burras pardas: ¡ese burka de moda!


Hace unos días, el Presidente Sarkozy dijo que el burka no era bienvenido en Francia. Esto reanimó el debate de si se debe o no prohibir esta prenda en occidente.
Después de unos días pensando en esto, he decidido salir a la palestra y, palestrino yo, tirar la primera piedra en intifada personal sin esconder la mano ni, quizá, alguna otra cosa. Lo malo es que, como me pasa siempre, cuantas más vueltas le doy a algo menos clara tengo mi opinión al respecto.
Algunos de los que piden la prohibición se apoyan en la creencia de que el burka es una obligación que ejercen los hombres sobre las mujeres sojuzgadas. Si esto fuera cierto en todos los casos la discusión se terminaría aquí, porque se trataría de una imposición injustificada, pero lo malo es que muchas mujeres prefieren usar este velo por propia convicción, así que despojarlas de esta prenda sería un atentado a su libertad tan grande e intolerable como cuando una turista occidental es obligada a velarse al viajar por un país de confesión islámica.
Sin embargo, podríamos considerar que, aún siendo una elección libre de algunas musulmanas, el burka atenta en todo caso contra la dignidad humana. En este caso, al prohibirlo estaríamos primando un valor opinable y contingente para este caso (dignidad femenina) sobre uno mucho más claro, que es la libertad individual. Entraríamos aquí en el espinoso tema de si debemos salvar a quien no quiere ser salvado, pregunta de difícil respuesta pero que hoy no me ocupa.
Hay que tener en cuenta que en este asunto de lo que se está hablando es de usos sociales, aunque estén mediados por la religión. Según las latitudes se entiende como admisible mostrar unas partes del cuerpo y otras no. Imaginaos qué pensarán las mujeres de alguna tribu amazónica, de esas que van en todo momento con las tetas al aire, del uso del sujetador. ¿Por qué es indigno el burka y no el pantalón? Lo pondré más crudo: ¿acaso no detendría la policía a un hombre que fuese en taparrabos o calzoncillos por la calle? Claro que sí, porque resulta que atenta contra los usos y costumbres particulares de aquí. Así pues, si prohibimos el burka apelando a un valor universal (dignidad de la mujer), cuando reprimimos a un exhibicionista nos amparamos en valores locales; son razones excluyentes, así que si no queremos que nos llamen incoherentes por la calle no nos queda más remedio que rechazar el valor universal "dignidad de la mujer" para justificar la prohibición de este velo monstruoso.
Nos queda un sector de gente, a mi juicio más inteligente, que apela para prohibir este tipo de prenda a unos valores morales específicos de cada sociedad. En Occidente la manera de vestir predominante autoriza a las mujeres a mostrar todas las partes de su cuerpo excepto los genitales y las mamas (con excepciones para éstas). Por lo tanto, si escogemos esta vía tendremos que prohibir el burka en el colegio público del barrio, pero entender que si viajamos a Teherán con nuestra mujer lo primero que tendremos que comprar en el aeropuerto es uno de estos horrorosos sacos, no vaya a venir un enjambre de basiyises a descalabrarnos por inmorales.
Hace unos días, en la mañana siguiente a San Juan (que donde vivo se celebra a lo grande), vi desde el coche, al ir a trabajar, a un tipo joven, oscuro de piel y roña, con el nabo saliendo de la pretina, perfectamente a la vista. Nadie parecía darse cuenta del vergajo, y no me extraña, a esas horas y después de la noche de san juan. 
Pensé en llamar a la policía local para que detuviesen al sátiro, o al menos para que le obligasen a envainar. Pensé incluso, para dar más peso a la acusación, en decir que aquello rondaba los 25 cm., argumento que potenciaría el inherente celo profesional de los policías con un componente de envidia (o curiosidad, si la policía es chica). La cuestión es que no tenía conectado el manos libres, así que lo dejé correr. Pero recapacitando sobre este suceso he llegado a pensar: ¿qué derecho tenemos a reprimir a alguien que esté en sus cabales pero que decida ir por la calle desnudo? ¿no será acaso algo similar a lo que hacen los policías iraníes con las mujeres descubiertas? Y entonces entramos en la tercera posibilidad: libertad total y absoluta en el vestir; aplicación sistemática del valor universal del libre albedrío. Quiero decir que si quieres burka ponte burka, si quieres ir en bolas ve en bolas, y si quieres disfrazarte de Ronald McDonald… bueno, eso no. Hasta ahí podíamos llegar.

3 comentarios:

haveasweetday dijo...

Es curioso. Cuándo en la mitad del párrafo planteas, entre otras cosas, si acaso un policía no detendría a un individuo que fuera en calzoncillos por la calle, lo primero que se me viene a la mente es el famoso "naked cowboy" de Times Square (véase: http://www.youtube.com/watch?v=m3gBX5wS2Zo).

Coincido contigo en que éste tema del burka sí, burka no resulta interesantísimo pero de difícil consenso. Éticamente a mí la solución del libre albedrío me parece la más acertada pero acaso no sería más motivo de escisión que otra cosa, de juntarte sólo con aquellos cuya manera de vestir fuera similar a la tuya? Además, estoy convencida que si esto se aplicase, la cantidad de individuos que saldrían en pijama a la calle sería bien numeroso.

Miguel dijo...

Es curioso. Creo que es por mi manifiesta inutilidad. Pero a mitad del primer párrafo me perdí. Creo que no seguí el razonamiento. Pero.... ¿no sabrás donde puedo comprar un burka como el de la foto? Es para regalárselo a mi mujer. Pienso que le gustará... ¡A mi seguro que sííí! Aunque... no sé si le quedará igual. ¡Bueno! ¡Habrá que probar!

Key dijo...

Está bien leer a alguien que habla de este tema sin condenar a un bando o al otro... en mi opinión el burka lo llevan las mujeres porque quieren, pero quieren porque les han metido cierta idea desde pequeñas en la cabeza. Si yo voy a un país en el que se lleva velo, burka, o lo que sea, me van a obligar a ponérmelo, así que en mi opinión, si ellas vienen a España, tenemos derecho a obligarlas a quitárselo. Libertad para todos o para nadie. Por otra parte lo del exhibicionista no es lo mismo, porque un hombre no puede exhibirse, pero tampoco puede hacerlo una mujer. Mientras las restricciones sean para todos, lo veo bien (en principio).
Tu blog tiene buena pinta...