martes, 24 de marzo de 2009

escaqueo de presidentes y vocales de mesas electorales


Se supone que los presidentes y vocales de las mesas electorales son elegidos en sorteo público. Pues bien, en A Coruña (y no sé si en otros sitios) a las mismas personas les toca ir a mesa electoral dos o más veces, lo que resulta bastante difícil matemáticamente. Pero lo más raro no es que le haya tocado a mi mujer dos veces consecutivas. Lo rarísimo es que haya otra persona a la que le haya tocado en la misma mesa de mi mujer también en las dos ocasiones. Y ya es de sobredosis de alucinógenos que en la mesa de al lado (son dos en este colegio electoral) también repitiese otra persona, que a mi padre le haya tocado también en dos ocasiones consecutivas (hace mucho tiempo, eso sí), a mi tío también dos o tres veces (ya se reían de él los votantes) y que con cada persona que me encuentro que le ha tocado resulta que le ha tocado más de una vez. Algo huele mal en María Pita, me temo. Procuraré enterarme de cuándo se celebra el próximo sorteo -supuestamente- público para estar presente (hay elecciones europeas este año), pero estoy seguro de que se hace sin publicidad y con todo tipo de irregularidades.
Pero lo mejor de todo es que el sistema electoral prescribe una serie de males bíblicos para aquellas personas que no acudan a sus obligaciones en la mesa electoral. Sólo si te has muerto -y aún así sólo por unos motivos concretos- estas exento de ir. Y si no vas y no lo justificas puede caerte una pena de prisión y una multa descomunal. Sin embargo, en la mesa de mi mujer este año no apareció el presidente titular ni el primer suplente (¡sin justificación!, con un par de docenas de huevos), ni la otra vocal titular. Y llamaron a la Junta Electoral para preguntar qué ponían en el acta, y si les iban a hacer algo a los que no fueron, y la respuesta es NO.
No se toma medida alguna hacia los presidentes o vocales que no van a las mesas electorales, si estas llegan a constituirse

Así pues, si me toca ir a una mesa electoral, lo que haré es pasar por allí a votar poco antes de las diez. Si a las diez en punto no se ha constituido, entonces han de repetirse las elecciones de esa mesa concreta otro día, y sería en ese caso en el que la Junta Electoral tomase medidas contra los que no compareciesen. Pero esto es casi imposible, porque basta con que aparezca el suplente, o el suplente del suplente, o que el presidente de mesa coja a cualquier viandante (cosa que puede hacer legalmente), y que la mesa esté constituida una hora más tarde del comienzo de la votación, para que la junta electoral haga la vista gorda y cometa una injusticia elefantiásica. Y en el caso de que se produjese una catástrofe nuclear que no permitiese ir a votar a nadie hasta las diez menos cuarto -hora en la que pienso presentarme yo- pues entonces, sólo entonces, me incorporaría a la mesa. Pero ya digo que, de improbable, sería un fenómeno sobrenatural.
Así pues, sólo los idiotas que creen que las leyes están para cumplirlas pringan en la mesa electoral. Mientras, los sinvergüenzas chulos insolidarios siguen gozando de privilegios gracias a la corrupción endémica del sistema.
Y yo, si llega la ocasión, me apuntaré al equipo de los hijos de puta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier, este comentario fuera de tema es para avisar que su enlace al Feed suelta un carrete de error al pinchar.
Saludos

xab dijo...

gasp snort gñññ
…creo que lo he arreglado. Muchas gracias por avisar.

Anónimo dijo...

Estoy alucinando, me acaba de tocar estar de vocal en la mesa electoral, pero lo pero de todo es que es la segunda vez.
Estadisticamente es imposible!
Deberían ir los choricillos de los políticos porque además me niego a votarlos.
Una vez más:NO HAY DEMOCRACIA