miércoles, 22 de octubre de 2008

ganar dinero con esto

Hace días que quería hacer una entrada sobre la posible productividad de esto. La idea surge de una anotación del blog de Kozmica en la que hablaba sobre si se puede vivir de un blog. Ya doy por descontado que un blog personal como el mío, tipo Querido Diario... es imposible que dé dinero suficiente para vivir; sólo los blogs especializados -y muy bien hechos- pueden. Pero volviendo a Kozmica, como no la conozco mucho no me atreví a preguntar, pero leyendo su anotación me surgió una duda obvia: si esto es una actividad global (tu blog es accesible desde todo el planeta) los ingresos que genera por publicidad serán iguales si publicas desde México, desde USA o desde Alemania. Quiero decir con esto que una cantidad -en $ USA- que te hace ser el rey del mambo en Bolivia no te da ni para pagarte un café del local con wifi desde el que escribes en Berlín (los ejemplos son al azar; no conozco Bolivia ni Alemania, pero intuyo que el nivel de ingresos es sustancialmente diferente). Por lo tanto, cuando la gente comenta en el blog de Kozmica cosas acerca de que sus blogs no les generan ingresos ni para vivir pienso yo que sería ridículo molestar a mis (cuatro) lectores con publicidad para sacar una cantidad con la que en España no puedes ni pagar un chicle. Si el sueldo mínimo en México es de 4,86 dólares norteamericanos por día supongo que para hallar el mensual habrá que multiplicarlo por 20 días trabajados, lo que da 96 usd/mes. Suponiendo que -como suele ser- el sueldo mínimo no llegue ni para comer, voy a dar por hecho que un blog que "dé para vivir" tendrá que producir tres o cuatro veces esos 96 dólares, que son 384, y se quedan en aproximadamente la mitad de los 600€ de salario mínimo (de hambre) que hay aquí en España. Todo este lío viene a demostrar que, si google o quien sea nos paga por la publicidad -por poner un ejemplo- 300€ al mes, aquí es una propinilla que nos da para darnos un capricho, y sin embargo en gran parte de latinoamérica nos llegaría para vivir más o menos holgadamente. Y para sacar 300€ al mes me da que hay que tener muchísimas visitas.
Por otro lado, existe otro problema posible en el caso de tener publicidad. Yo digo bastantes burradas en este blog. Puedo poner verde a una sala de cine en concreto, a una película o a toda la cinematografía de un país. Puedo decir que la Coca-cola es una puta mierda y no ocurre nada. Puedo decir que Vodafone tiene unas tarifas muy caras, y tan incomprensibles que siempre tienen a qué agarrarse para robarte y que no puedas quejarte (o que te cueste tanto reclamar que desistas por no pasar el mal rato). Sin embargo, imaginaos qué publicidad podría tener yo de lo que sea con esa propensión a poner tostadas a las compañías más potentes. Quizá sólo es mi subconsciente, pero terminaría midiendo más mis palabras.
Además, yo soy como los duendes del cuento El zapatero y los duendes, de los hermanos Grimm. En este cuento, un zapatero que está a punto de morir de hambre recibe la ayuda de unos duendes que, todas las noches, le fabrican pares de zapatos ideales de la muerte que durante el día vende, ganándoles una pastizara. El zapatero espía una noche para saber quién le hace todo ese trabajo y, al descubrir a los duendes, decide regalarles ropa y calzado adecuado a su tamaño. Cuando los duendes se encuentran el regalo dicen:
"¡Ya no somos zapateros, ahora somos caballeros!" El zapatero les había preparado unas botas diminutas, y la mujer les había cosido vestidillos y calcetines. Los hombrecitos se vistieron con aquella ropa elegante y se marcharon, saltando y bailando.
Esta reacción de los duendes es habitual en el comportamiento de estos pequeños seres en la mitología céltica (y quizá nórdica). También los elfos domésticos de Harry Potter son liberados de su obligación de servicio cuando su amo les hace un regalo.
Pues igual que los duendes de los cuentos, si obtengo un beneficio del trabajo que hago, este se convierte ya en una esclavitud, y por lo tanto pierde interés. Es algo que le pasa a todo el mundo, supongo, y es por eso que estos cuentos son clásicos.
(Qué fácil es argumentar estas cosas y perdonar la vida desde la grotesca óptica del que no tiene opción; por más que lo quisiera, aunque incluyese publicidad a espuertas en mi blog, no creo que obtuviese ni un €. No obstante, cuando las visitas aumenten veréis como cambio de idea; otros lo hicieron antes que yo).

No hay comentarios: