jueves, 1 de octubre de 2009

maslow



Esta foto fue tomada en un túnel en el que escribe con frecuencia un sabio del que soy seguidor. En este mismo sitio están otras dos pintadas dignas de mención, pero que voy a posponer porque no son para mencionar en público. Esta, sin embargo, me evoca claramente algo que estudié hace tiempo: la pirámide de Maslow.
La pirámide de Maslow es una clasificación de las motivaciones humanas ordenadas por importancia. Las personas luchan por conseguir las que están más abajo, y a medida que las van logrando se olvidan de ellas, la motivación desaparece y se pasa a desear la siguiente.
Esta clasificación, de notable éxito, es una feliz abstracción que se corresponde bastante con la realidad. Intuitivamente seguro que estamos de acuerdo en que lo primero es la comida y todas las demás necesidades básicas de supervivencia (incluso antes que la libertad, como nos recuerdan los reaccionarios con frecuencia). También estaremos de acuerdo en que una vez garantizadas estas necesidades básicas comenzaremos a ocuparnos de aquellas que nos parecen más suntuarias. Lo que dice Maslow es que no nos preocuparemos de un nivel de necesidades hasta que hayamos satisfecho el nivel anterior, y que el nivel de necesidades superado ya no produce motivación.
Ved aquí la imagen que ilustra esta entrada en la wikipedia.
Salta a la vista que nuestro sabio pinturero se encuentra en el punto exacto en el que, habiendo conquistado la seguridad (de empleo/recursos), se encuentra fuertemente atraído por la necesidad de afiliación (concretamente, lo que aquí se manifiesta es la necesidad de intimidad sexual). Está claro que, una vez superada la necesidad anterior, ésta desaparece como motivación, lo que hace que esta persona se declare dispuesta a prescindir de una necesidad a la que aspiró cuando se encontraba en la base de la pirámide (seguridad de empleo) a cambio de la de intimidad sexual. En realidad no debemos tomar la pintada como algo literal. Simplemente, el declarante se siente tan inclinado a la obtención de su necesidad de sexo que muestra su disposición a prescindir de una motivación anterior, pero no quiere decir esto que -puesto en disposición de realizar el cambio- estuviera dispuesto a quedarse sin empleo por obtener los favores de una meretriz.
Seguiré alerta ante esta fuente de conocimiento. El oráculo de Delfos era una mierda, al lado de este túnel bajo la autopista.

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