martes, 9 de diciembre de 2008

elegantes

Por desobediencia al emperador Carlos V, la rebelde ciudad
de Gante fue condenada por él a una humillación pública.
El 3 de mayo de 1540, un cortejo de ganteses descalzos,
sólo con una camisa y una soga alrededor del cuello, salió desde
el Ayuntamiento hasta la Corte de los Príncipes, allí tuvieron
que postrarse ante el Emperador y pedir clemencia en voz alta.
Desde entonces, se les apoda ‘los que llevan la soga al cuello’
o ‘Stropkes’ (en neerlandés), un mote del que se sienten muy
orgullosos. La soga negra y blanca es además, el símbolo
de la ciudad.

Folleto turístico editado por el ayuntamiento de Gantes

Entre los cortesanos de Carlos V, la visión durante tanto tiempo de los ciudadanos de Gantes doblando la cerviz ante su emperador, pidiendo clemencia, ataviados con una impoluta camisa blanca, dio en hacer chanza consistente en hablar de ellos como ele-ganteses. Al inclinarse sus cuerpos formando una ele, parecía de gran regocijo burlarse de la humillación de aquellos obstinados legendarios, aplicándoles el nombre de la letra a su gentilicio. Con el tiempo, el nombre se contrajo de "eleganteses" a "elegantes", y quedó para los que celebraban esta humillación pública cada año, vistiendo camisa blanca y una soga al cuello. De aquí a denominar elegantes a todos los que fueran ataviados con camisa y corbata (que también remite a la soga de los que van a ser ahorcados, y cuyo significado en tiempo de crisis se entiende perfectamente) hay un sólo paso, y fácil de dar.

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